Ha llegado el 2018, y con este mes de enero lo que también llegan son un sinfín de buenos propósitos para el año nuevo; dejar de fumar, ir al gimnasio y conseguir la figura deseada, cambiar de trabajo, estudiar inglés, pasar más tiempo con la familia, … Y así podría seguir durante un buen rato.
Esta es sin duda una de las épocas del año en donde más objetivos se marcan, pero también es cierto que muchos de ellos acaban abandonándose al poco tiempo, ya que parece que las buenas intenciones acaban siendo devoradas por la rutina del día a día.
Una de las cuestiones por las cuales muchos de estos objetivos caen en saco roto, es porque carecen de un plan de acción que los sustenten, y hagan que acaben convirtiéndose en una realidad.
Para alcanzar un objetivo, no sólo hace falta definirlo correctamente (que esto ya es muy importante) sino que también hay que definir cuáles van a ser las acciones que nos van a permitir poder alcanzarlo. Sin una buena planificación, probablemente no lleguemos muy lejos, ya que es fácil volver a caer en la desidia y la rutina.
Alcanzar un nuevo objetivo, puede implicar también tener que reestructurar otras muchas cosas que actualmente haces. Por ejemplo, imagínate que quieres aprender inglés. Para conseguirlo, tendrás que ir a clase, hacer deberes, estudiar, etc, … Todo ello supondrá que realices otros muchos cambios en tu día a día, y de aquí que sea importante establecer una buena organización y planificación.
Para formular tu plan de acción es importante que tengas en cuenta cuál es tu situación actual, y de qué recursos dispones. El plan de acción tiene que ser observable y medible, para que tu mismo puedas ir evaluando el avance hacia la consecución de tu objetivo.
Un plan de acción, es la estrategia que vas a seguir para hacer realidad tu objetivo, y debe de estar compuesta por todas aquellas acciones que consideres necesarias para poder alcanzar lo que quieres.
Algunas de las preguntas que me hago yo misma cuando me planteo nuevos retos son:
- ¿Qué es lo que quiero conseguir? ¿Para qué quiero conseguirlo?
- ¿En qué situación me encuentro actualmente?
- ¿Qué puedo hacer?
- ¿Cómo voy a hacerlo?
- ¿De qué recursos (habilidades, competencias, tiempo, …) dispongo?
- ¿Qué es lo primero que voy a hacer?
- ¿Con qué obstáculos puedo encontrarme? ¿cómo los superaré?
- ¿Qué haré diferente a partir de hoy mismo?
(…)
Espero que te sean de utilidad. Y para terminar te dejo una cita que para mi es muy motivadora. ¡Hasta la próxima!
“Un objetivo sin un plan, es solamente un deseo”
Antoine de Saint-Exupery