Hay personas que no sabes por qué, pero sientes que te ponen al límite, que cuando estás con ellas sacan de ti un lado oscuro que no lo identificas contigo, pero que ahí está. O bien pueden ser situaciones que te descolocan, que se repiten una y otra vez, y que te hacen sentir mal, incómodo, nervioso, …
A estas personas o situaciones, se les denomina maestros de vida. Y es porque nos están mostrando algo de nosotros mismos que no nos gusta, algo que no estamos gestionando adecuadamente.
Vemos en la otra persona, o en esa situación, un reflejo de algo nuestro que nos hace sentir incómodos, y hasta que no identifiquemos qué es y lo superemos, nos sentiremos mal siempre que estemos en compañía de esa persona o en ese tipo de situaciones.
Hay que buscar dentro de uno mismo para encontrar la respuesta al por qué de esos sentimientos, mirarlos de frente y no tratar de ocultarlos responsabilizando a la “otro” de lo que sientes.
Esa persona, situación, … está ahí precisamente para que aprendas algo, te está ofreciendo una oportunidad de aprendizaje, que contribuirá a tu crecimiento personal. Pregúntate si puedes aprender algo de esa persona o situación.
La vida es un proceso continuo de aprendizaje, y las diferentes situaciones que afrontamos en nuestra vida, y las diferentes personas que se cruzan en nuestro camino, nos aportan lo que debemos de aprender sobre nosotros mismos en ese justo momento. Y al igual que ellos nos enseñan a nosotros, nosotros también les enseñamos algo. Todo forma parte del mismo plan, y ese aprendizaje, aunque no lo creas, es necesario para que sigas avanzando en tu propósito de vida y en tu desarrollo personal.
Te propongo un pequeño ejercicio, coge papel y lápiz:
Identifica aquella persona (s) o situación (es), que son tus maestros de vida.
Ahora piensa; ¿qué es lo que te molesta de ellos?, ¿qué es lo que te hacen sentir; rabia, tristeza, angustia, desesperación, …? ¿Cómo reaccionas ante ello? ¿Qué es lo que haces?
Repasa lo que has escrito atentamente y reflexiona sobre ello, e intenta contestar a estas preguntas del modo más sincero que puedas:
- ¿Qué te está diciendo de ti mismo?
- ¿Qué es lo que puedes aprender?
- ¿Qué podrías cambiar de ti mismo para que tu relación con esa persona o situación mejorará?
- ¿Cómo puedes hacerlo?
- ¿Quién serás cuando lo hayas hecho?
Espero que este ejercicio pueda ayudarte, y que este artículo haya sido de tu interés, y para finalizar te dejo con la siguiente cita. ¡Hasta la próxima!
“Todo lo que te molesta de otros seres, es quizá sólo una proyección de lo que no has resuelto de ti mismo”
Siddharta Gautama
Interesante, pero quiero saber cómo hacer con la frustración, cómo se hace para esperar el tiempo de los demás sin sentirme frustrada, desvalorizada
Hola Liliana,
Muchas gracias por tu comentario. Con respecto a la cuestión que planteas, no acabo de entender a qué te refieres cuando comentas «el tiempo de los demás».
La cuestión que planteo en este artículo, es sobre qué nos enseñan, esas situaciones o personas que «nos molestan», sobre nosotros mismos. Qué es lo pueden representar para nosotros, y qué punto de mejora nos indican para con nosotros mismos.
Nosotros no podemos controlar a los demás, sólo a nosotros mismos. Es importante saber donde está nuestra influencia sobre las cosas que nos preocupan o nos hacen sentir mal, y qué cosas escapan a nuestro control. Cuando las cosas ya no dependen de nosotros, sólo nos queda aceptar que no podemos hacer nada al respecto, y comprender que sobre lo único que podemos actuar es sobre nuestra actitud, sobre la manera con la que afrontamos esa situación.
Espero haberte ayudado, cualquier otra consulta no dudes en escribirme.
Un abrazo!