Habrás escuchado muchas veces expresiones tales como; “No tengo tiempo para nada”, “Le faltan horas al día”, “Se me ha ido el tiempo y no he hecho nada”, “Se me ha echado el tiempo encima”, etc., …
En la sociedad actual, parece que siempre vamos estresados, haciendo mil cosas a la vez, de un lado para otro, pero cuando llega el final del día, a veces tienes esa sensación de que has hecho muchas cosas pero que en realidad no has hecho nada. Y este nada, puede que se traduzca en nada importante.
Y, ¿qué son las cosas importantes? Son aquellas que nos desarrollan como personas, que dan sentido a nuestra esencia, porque están relacionadas con nuestra misión personal.
Y, ¿qué es la misión personal? La misión expresa aquello que podemos y queremos llegar a ser.
Es por ello que, para aprender a gestionar nuestro tiempo, es importante que previamente definamos cuál es nuestra misión, quien queremos ser y qué queremos conseguir.
Por tanto, si no tenemos definida nuestra misión, si no sabemos a dónde queremos llegar, difícilmente podremos determinar qué es lo realmente importante para nosotros.
Definir nuestra misión personal, nos permitirá entre otras cosas, unificar nuestros esfuerzos y energías, dotar de significado y sentido todo lo que hagamos, etc. … La misión actúa como una guía en nuestro camino, y es nuestro marco de referencia la hora de tomar decisiones.
El Dr. Stephen Covey en su libro, Los 7 hábitos de las personas altamente efectivas, define una matriz del tiempo, en donde refleja en qué cosas o situaciones podemos invertir nuestro tiempo, y cómo esto influye en nuestro bienestar.
En esta matriz se diferencia entre las cosas urgentes y las importantes. Las urgentes, son aquellas que requieren nuestra atención inmediata, y las importantes, como ya se ha comentado, son aquellas que nos desarrollan a nivel personal.
En esta matriz observamos que existen cuatro cuadrantes, que resumiendo serían los siguientes:
- Cosas urgentes e importantes: hace referencia a proyectos con fecha de entrega, eventos en una fecha concreta, situaciones de crisis, problemas apremiantes, etc. Centrarnos únicamente en gestionar las cosas urgentes nos va a provocar vivir estresados.
- Cosas urgentes y no importantes: suele tratarse de cosas que creemos que son urgentes, pero que no son importantes, como por ejemplo; algunas llamadas telefónicas, ciertas reuniones, responder a correos o mensajes sin relevancia, quedar con alguien que puede que no nos apetezca, … interrupciones varias que nos encontramos en nuestro día a día, que nos hace perder el tiempo, y que no aportan sentido a nuestra vida.
- Cosas no importantes y no urgentes: a este lo podríamos llamar cuadrante de la irresponsabilidad. Trata de cosas triviales, pérdida de tiempo, actividades que pueden ser agradables de realizar pero que no nos aportan nada… toda una serie de cosas que podríamos prescindir de ellas y que nos están alejando de nuestra misión personal.
- Cosas importantes y no urgentes: Este, según Covey, es el cuadrante de las personas efectivas. Hace referencia a actividades como; la prevención, la previsión, la planificación, la salud, la formación, las relaciones personales importantes, … Todo aquello que nos acerca a nuestra misión personal, a quien queremos ser.
Pero lo que suele suceder en nuestra cultura actual, es que se tiende a priorizar las cosas urgentes a las importantes. Parece ser que, como este último cuadrante, dice que son cosas importantes pero no urgentes, no les damos prioridad y acabamos posponiéndolas una y otra vez, y finalmente dejamos de hacerlas.
Quizás la cuestión está en que aprendamos a diferenciar qué es lo realmente importante para nosotros, y que observemos en cómo estamos gestionando nuestro tiempo, y cuánto dedicamos a aquello que de verdad nos aporta y da sentido a nuestra vida. Porque se trata de esto precisamente, no de gestionar cosas, sino de gestionar nuestro tiempo. Ver en qué cosas estamos invirtiendo este bien tan preciado que tenemos, que es limitado e irrepetible.
Te animo a que cojas una hoja y planifiques tu semana de un modo efectivo, poniendo atención a las cosas importantes, y que empieces a prescindir de aquellas cosas que no te aportan nada, y que están agotando tu tiempo, apartándote de tu misión personal.
Por ejemplo, si lo que quieres es estar en forma y pasar más tiempo con tus hijos, mira cuánto tiempo tienes libre, y observa en qué cosas estás invirtiendo tu tiempo.
Puede que estés dedicando más tiempo del que te imaginas a hacer cosas que no te aportan nada, es decir, que no te acerquen a estar en forma, y que no te permitan pasar el tiempo que quieres con tu familia.
¿Realmente eso que estás haciendo es importante? ¿Es prioritario? ¿Te está acercando a tu misión personal? ¿Qué es lo que puedes cambiar que te acerque a tu objetivo, a tu misión? ¿Cómo puedes empezar a hacerlo?
Ánimo puedes hacerlo, y recuerda, cuando no llegas a hacer algo por una supuesta falta de tiempo, lo que en realidad sucede es que estás priorizando otra cosa.
“Si nos hacemos responsables de nuestro tiempo, también nos hacemos responsables de nosotros mismos”
Un artículo muy interesante, espero vayas actualizándolos periódicamente. Un saludo.