La mente es otra de las partes de esta triada de la que venimos hablando. Cuerpo-mente-emoción.
La mente es una parte importantísima de nuestro ser, y muy poderosa, hasta el punto en que muchas veces nos sentimos identificados con ella, olvidándonos de que nuestra mente es sólo una parte de nosotros, y no nosotros mismos.
La mente es una parte de nosotros que está diseñada para nuestra supervivencia, es decir, el cerebro está programado para sobrevivir y no para ser feliz.
Su función es la de facilitarnos las cosas, la de ahorrar energía, y para ello suele establecernos rutinas que nos hacen sentir cómodos. Pero esta comodidad, y este deseo de protegernos, en muchas ocasiones nos limita en nuestra evolución y crecimiento personal, y nos impide salir de esa zona de confort.
Es por ello que a la mente le gustan muy poco los cambios y las situaciones nuevas, y en ocasiones empezamos a sentir miedo y dudas ante ellas.
La manera en la que vemos e interpretamos el mundo, viene determinado por nuestro propio mapa mental, y este lo creamos en base a nuestra educación, creencias, prejuicios, experiencias vividas
Con esto lo que quiero decir, es que todos y cada uno, tenemos nuestro propio mapa mental, de ahí que todos seamos diferentes. Y todo lo que experimentamos en nuestro mundo lo creamos nosotros en base a nuestras experiencias y creencias.
De modo que todo lo que vemos y oímos está ajustado para que encaje en nuestro mapa mental. Es decir, lo que crees, creas.
Como puedes observar el poder de la mente es enorme, es una herramienta poderosísima que tienes, que te puede ayudar mucho si realmente la utilizas bien y la pones a tu servicio.
Como ya hemos visto, tu mente crea tu realidad. Es decir, aquello que crees lo acabas materializando, por tanto, porqué no intercambias los roles, y le empiezas a decir a ella lo que tú quieres y no al revés.
Nosotros podemos elegir cómo queremos ver el mundo, podemos elegir nuestra realidad, podemos elegir nuestros pensamientos. Y todo ello influye directamente en nuestra actitud y bienestar.
Puede que estés pensando, sí claro, pero a veces en inevitable pensar según qué cosas ante determinadas circunstancias. Claro que sí, es verdad. Porque otra de las funciones de nuestra mente, es la emitir pensamientos.
Nuestra mente siempre está trabajando, no podemos dejar la mente en blanco, apagarla y ya está. Pero sí que podemos pararnos a pensar, si eso que nos pasa por la cabeza es realmente lo que queremos o no, si creemos realmente en ello.
Podemos elegir entre creer siempre lo que nos dice nuestra mente bajo ese afán de protegernos y ponerse siempre en lo peor, o tomar las riendas del asunto y elegir nosotros nuestros propios pensamientos.
En definitiva, tú tienes el poder sobre tu mente, es tu responsabilidad tomar acción, y poner a tu mente a tu servicio y no a la inversa.
Gracias por tu atención.